jueves, 28 de noviembre de 2013

Manual básico para hombres


La queja constante de los hombres es que no logran entender a las mujeres. Dicen que somos irascibles, impredecibles, sensibles e inmanejables.

No entiendo de dónde sacan semejante idea si nosotras somos unos pobres ángeles indefensos, unos seres de luz diseñados para darles armonía y paz.
Sin embargo, no estaría de más darles un pequeño manual de instrucciones básicas para que lo pusieran en práctica. Son puntos muy elementales para que los tengan en cuenta y logren hacernos felices de manera sencilla.

Así que, querido hombre del común, aquí va tu pequeña cartilla:
  • Si nos pides el teléfono, ¡llámanos!
  • No nos preguntes adónde ir. ¡Llévanos!
  • Si te parece que manejamos tan mal, no nos regañes. Contrátanos un chofer.
  • Si estamos desarregladas, no nos hagas sentir mal. Al contrario, dinos que te encantamos así, al natural.
  • Ten paciencia si no ubicamos el celular entre la cartera, si botamos las llaves de la casa o si llegamos tarde a una cita por no encontrar la dirección.
  • Respeta a nuestro mejor amigo así sepas que nos tiene ganas. Nos gusta que sientas celos de los que sí nos gustan.
  • Si te pedimos tu concepto mientras nos cambiamos de pinta ciento cincuenta veces, no bosteces. Opina, sugiere y aporta.
  • Si lloramos viendo la novela, no te burles. Nuestra tristeza es porque sabemos que no te pareces en nada al protagonista.
  • Si vas a dedicar una canción, que no sea la que te recuerda a tu expareja y menos si es de Arjona.
  • Si no tenemos la razón, di siempre que sí y alega otro día.
  • Si nos vas a regalar la Luna, que no sea llena, porque salen todas las lobas.
  • No indagues. Si decimos que no nos pasa nada es porque nos pasa absolutamente todo.
  • Siempre convéncenos de que somos más bonitas e inteligentes que todas nuestras amigas.
  • Si nos pegamos constantemente contra las puertas, las esquinas de las sillas o los bordes de las mesas, no te rías.
  • Si magnificamos los problemas, resuélvelos por nosotras y no te conviertas en uno más.
  • Si levantamos la ceja, huye en silencio.
  • Si te decimos que nos queremos ir ya, ¡ya es ya!
  • Si nos amas, demuéstranoslo! De nada sirven las palabras sin los hechos y viceversa.
Y finalmente, frente a nuestras dudas, guíanos, ante el miedo, protégenos, y si nos ataca la inseguridad, apóyanos. Nadie dijo que entendernos fuera fácil, pero tampoco se ha afirmado que sea imposible.
Si como hombre logras mezclar el amor, el respeto, la admiración, la honestidad y la lealtad con una sobredosis de paciencia, seguro podrás lograrlo.
Alejandra Azcarate 

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