sábado, 9 de julio de 2016

Amplitud del lenguaje

"Desde que las insignias se llaman pins, los maricones gays, las comidas frías lunchs, y los repartos de cine castings, este país no es el mismo: ahora es mucho, muchísimo más moderno.

Antaño los niños leían tebeos en vez de comics, los estudiantes pegaban posters creyendo que eran carteles, los empresarios hacían negocios en vez de business, y los obreros, tan ordinarios ellos, sacaban la fiambrera al mediodía en vez del tupperware. Yo, en el colegio, hice aerobic muchas veces, pero, tonto de mi, creía que hacía gimnasia.

Nadie es realmente moderno si no dice cada día cien palabras en inglés. Las cosas, en otro idioma, nos suenan mucho mejor. Evidentemente, no es lo mismo decir bacon que panceta, aunque tengan la misma grasa, ni vestíbulo que hall, ni inconveniente que handicap...

Desde ese punto de vista, los españoles somos modernísimos. Ya no decimos bizcocho, sino plum-cake, ni tenemos sentimientos, sino feelings. Sacamos tickets, compramos compacs , comemos sandwiches, vamos al pub, practicamos el rappel y el raffting, en lugar de acampar hacemos camping y, cuando vienen los fríos, nos limpiamos los mocos con kleenex.

Esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres y han mejorado mucho nuestro aspecto. Las mujeres no usan medias, sino pantys y los hombres no utilizan calzoncillos, sino slips, y después de afeitarse se echan after shave, que deja la cara mucho más fresca que el tónico. El español moderno ya no corre, porque correr es de cobardes, pero hace footing ; no estudia, pero hace masters y nunca consigue aparcar pero siempre encuentra un parking.

El mercado ahora es el marketing; el autoservicio, el self-service; el escalafón, el ranking y el representante, el manager. Los importantes son vips, los auriculares walkman, los puestos de venta stands, los ejecutivos yuppies; las niñeras baby-sitters, y hasta nannies, cuando el hablante moderno es, además, un pijo irredento.

En la oficina, el jefe esta siempre en meetings brain storms, casi siempre con la public-relations, mientras la assistant envía mailings y organiza trainings; luego se irá al gimnasio a hacer gym-jazz, y se encontrará con todas las de la jet, que vienen de hacerse liftings , y con alguna top-model amante del yoghurt light y el body-fitness. El arcaico aperitivo ha dado paso a los cocktails, donde se hartan a bitter y a roast-beef que, aunque parezca lo mismo, engorda mucho menos que la carne.

Sin ir más lejos hay quien trabaja en un magazine, no en un programa. En la tele, cuando el presentador dice varias veces la palabra O.K. y baila como un trompo por el escenario la cosa se llama show, bien distinto, como saben ustedes,del anticuado espectáculo; si el show es heavy es que contiene carne y si es reality parece el difunto diario El Caso, pero en moderno. Entre medias, por supuesto, ya no ponen anuncios, sino spots que, aparte de ser mejores, te permiten hacer zapping.

Estas cosas enriquecen mucho...

Para ser ricos del todo, y quitarnos el complejo tercermundista que tuvimos en otros tiempos, solo nos queda decir con acento americano la única palabra que el español ha exportado al mundo: la palabra "SIESTA."
Espero que os haya gustado... yo antes de leerlo no sabía si tenía stress o es que estaba hasta los huevos"



miércoles, 16 de marzo de 2016

Se deja de querer


Se deja de querer, y no se sabe
por qué se deja de querer:
Es como abrir la mano y encontrarla vacía,
y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue.

Se deja de querer, y es como un río
cuya corriente fresca ya no calma la sed;
como andar en otoño sobre las hojas secas,
y pisar la hoja verde que no debió caer.

Se deja de querer, y es como el ciego
que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren;
o como quien despierta recordando un camino,
pero ya sólo sabe que regresó por él.

Se deja de querer, como quien deja
de andar por una calle, sin razón, sin saber;
y es hallar un diamante brillando en el rocío,
y que, ya al recogerlo, se evapore también.

Se deja de querer, y es como un viaje
detenido en la sombra, sin seguir ni volver;
y es cortar una rosa para adornar la mesa
y que el viento deshoje la rosa en el mantel.

Se deja de querer, y es como un niño
que ve cómo naufragan sus barcos de papel;
o escribir en la arena la fecha de mañana
y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.

Se deja de querer, y es como un libro
que, aun abierto hoja a hoja, quedó a medio leer;
y es como la sortija que se quitó del dedo,
y sólo así supimos que se marcó en la piel.

Se deja de querer, y no se sabe
por qué se deja de querer...


José Ángel Buesa



viernes, 6 de noviembre de 2015

Sabes ¿Por qué te han dejado?

-¿No me quieres? 
No importa,
 ya me quiero yo. 
Me voy, no me llames, 
no hace falta que hablemos… 
pero no llores, 
ni me busques,
 ni me insistas, 
ni me apartes de este camino 
que tú quieres que tome.
No me molestes, 
ni me contradigas, 
ni mucho menos cargues contra mí 
cuando tú eres quien decide esta ruptura; 
no intentes darle la vuelta a la tortilla, 
ni pretendas hacer que me sienta mal, 
o que yo esté pendiente de ti. 
Mi indiferencia hacia ti 
es para satisfacerme a mí, 
para estar conmigo,
 nunca para hacerte daño,
 ni provocarte curiosidad o
 atraerte de forma alguna. 
Eso, vivir mi vida sin ti, 
es lo que quiero hacer ahora.


Carlos Burgos 




lunes, 2 de noviembre de 2015

Víctimas

"Los psicólogos especializados en catástrofes humanas 
constituyen una profesión emergente. 
Hasta hace poco, 
cuando se producía una tragedia con muchos muertos, 
sólo acudían al lugar del siniestro la guardia municipal, 
las ambulancias y los coches de los bomberos. 
La policía establecía un cordón para alejar a los curiosos atraídos por la sangre;
 los hospitales se preparaban para recibir a los heridos; 
se habilitaba un pabellón deportivo para depositar los cadáveres 
con una etiqueta colgada del dedo gordo del pie 
y en un lugar desconocido 
estaban los desaparecidos que se habían esfumado.
 Los familiares de las víctimas deambulaban de un sitio a otro
 buscando un nombre concreto, muerto o herido, en las aciagas tablillas, 
pero los desaparecidos no constaban en ninguna lista:
 la proximidad del impacto tal vez los había desintegrado 
o bien andaban perdidos y sonámbulos por la ciudad
Una gran catástrofe no sólo destroza los cuerpos.
 Después de los guardias, las ambulancias
 y los bomberos ahora llegan puntualmente al lugar del siniestro
 unos equipos de psicólogos dispuestos a recoger del suelo 
las almas que también se han roto
 La terapia de urgencia que aplican es muy sencilla. 
Se limitan a abrazar y a acariciar suavemente 
a ese padre que contempla el cuerpo destrozado de su hija, 
a esa mujer que en el vestíbulo del hospital 
espera a que el médico pronuncie el nombre de su marido muerto. 
Con las caricias, 
el psicólogo les provoca un llanto balsámico
 y al mismo tiempo se ofrece de recipiente de sus lágrimas
Cada día que pase se necesitarán legiones de psicólogos de esta clase, 
tanto o más que camilleros y ambulancias para nuestros desastres. 
Ya no se precisa que reviente una bomba muy cerca de ti para matarte.
 Los psicólogos deberán explicarnos arduamente
por qué aún estamos vivos. 
La lesión espiritual que causa contemplar
en directo por televisión degüellos
, matanzas, bombardeos y torturas producidas 
por monstruos de rostro angelical 
genera una neurosis profunda en la sociedad 
que nos convierte a todos en víctimas.
 Las calles están llenas de gente que acude al trabajo
 sin saber que está muerta o herida de gravedad. 
Conduce coches de lujo,
 toma copas en los bares a media tarde, 
se da citas de amor
 y muchos llegan puntualmente a casa 
al salir de la oficina ignorando que 
su nombre figura en la lista de desaparecidos.
 La familia les ve entrar cubierto de sangre 
y no obstante les sirve la sopa,
 les pone el telediario y no les pregunta nada."

Manuel Vicent




lunes, 28 de septiembre de 2015

Panamá en gris

Catalina una mujer que no conozco y no entiendo porque se refiere a mí como “señora” me escribe un correo electrónico que me deja en estado de shock. Por razones obvias cada vez que recibo un mail de algún banco suelo ponerme de muy mal humor: cobros y  spam.

Estoy a 1000 kms de casa buscando trabajo, persiguiendo un sueño que tengo hace mucho tiempo. La espera se ha vuelto fastidiosa y mi sueño se va desvaneciendo cada vez que leo: “en caso de ser extranjero presentar la documentación al día”, me asesoro con gente del país e emigrantes me cuentan que no es tan fácil, debo tramitar papeles que al final van a tener un costo de $5000 y no me aseguran que consiga trabajo. Si lo trato de hacer ilegal corro el riesgo de ser expulsada del país y a la empresa le cae una demanda: descartado.

Solo hay dos formas de lograrlo: que una empresa se interese por mi escueto curriculum y tramite todo o que yo desembolse $5000 que no tengo, habían pasado 15 días y ni una señal de lograr mi cometido.

Catalina insiste en que lea con detalle el correo: me quedo pasmada hay compras en Singapur y Gran Bretaña es cuando piensas: “Esto NO me puede estar pasando a mí!!!!!MIERDA!!!! Son unos hijueputas. ¿Cómo?, ¿Dónde?, ¿Qué hice mal? , le respondo que efectivamente NO estoy en Asia ni en Gran Bretaña… Catalina me dice que tarjeta queda bloqueada y si me mandan otra por DHL durarían una semana ¿UNA SEMANA? Tiene que ser una broma de mal gusto pero no, yo estoy ahí con $20 diez días restantes y entrando en pánico

Llamo a la aerolínea mis ganas de estar en casa son abismales y me quiero ir de aquí inmediatamente a casa , una mexicana me dice:

-Para realizar un cambio en su itinerario debe cancelar una multa de $115 si gusta realizarlo indique el número de tarjeta.

-No tengo tarjeta señora : ¿no hay posibilidad de cancelar en “cash” el día de mi regreso? 

-No, sin tarjeta es imposible ya que necesitan asegurar mi espacio. 

- Muchas gracias, cuelgo.

Esa noche reviso mi botiquín de primeros auxilios que más bien parece una farmacia ambulante, quedan suficientes calmantes de receta verde, me siento demasiado descontrolada, decido que  solo por esa noche la dosis va doble, en pocos minutos caigo en un profundo sueño. El calor de medio día me despierta aún me siento un poco mareada con mucha sed y la boca rota, decido bañarme y salir a pensar.

Recuerdo estar en la estación Ingenio suena mi teléfono es mi padre, mi ánimo se eleva por 5 segundos y me late el corazón!.Pero de golpe escucho gritos, está furioso:

-¿Por qué no me dijiste que te clonaron la tarjeta?, como las cuentas están ligadas me congelaron todo y no puedo hacer ninguna transacción”, estoy varado por tu culpa, hay cuentas que pagar!!! ¿Cómo es posible que te robaran así?, ¿Dónde usaste la tarjeta? 

- Papi no quería preocuparte, además me siento muy estúpida con todo esto…No tengo la menor idea ¿cómo? y ¿Dónde? Además que crees que es muy lindo lo que me esté pasando, sos un insensible, que no te das cuenta que me robaron, me estafaron!

Cuando se acaba la llamada cuando caigo en cuenta que estoy en el metro a toda marcha: gritando y llorando con un montón de miradas posadas sobre mí y desconozco hacia donde me dirijo.    

El hecho de verme en un país extranjero sola y con solo $20 para 10 días derivó en mí una crisis de proporciones épicas. Sufría de ataques de ansiedad todos los días, me daba miedo salir sola a la calle,  lo que antes me parecía bello se tornó un gris oscuro, apenas podía levantarme del sofá. 


Trate de fingir que todo estaba bien pero estallaba en las noches cuando me encerraba en el baño a llorar hasta quedar agotada.

Finalmente una tarde hablando con mi “roomate” le dije:

-Te acordas hace como 8 años cuando me viste en una depresión fuertísima, bueno así me siento ahora he pasado días bastante mal y no sé qué hacer, siento que fracaso en todo lo que hago…

-Claro que recuerdo, estabas completamente loca. Pero míralo así viejita: ¿Quién no se ha sentido fracasado?, ¿Vos crees que a mí no me dan ganas de mandar todo a la carajo a veces? Nos pasa a todos, pero en este punto solo te quedan dos opciones: seguir comiendo mierda o disfrutar tus últimos días, olvídate de la tarjeta ya pasó, salí y deja de estar encerrada lamentando lo que no fue.”

RESPIRE profundamente por fin en días escuchaba algo que me devolvía el aliento, la felicidad las ganas de seguir adelante.Mis últimos días fueron hermosos, me levantaba y me prometía a mí misma que algún día no muy lejano recordaría con risa el episodio deprimente, que tal vez no era mi momento para quedarme en ese país, que debía tomarme todo con más calma y no hacer tormentas en vasos de agua.


Panamá me despidió una vez más con un precioso atardecer y mucha nostalgia. Pocos días después ya estando en Costa Rica sufrí una pequeña recaída (Seguía sin aceptar mi derrota y me sentía inútil por haber regresado con las manos vacías), en ese momento decidí que no iba hacer nada hasta estabilizarme completamente, “voy a ser egoísta una vez más le duela a quien le duela” son ellos o soy yo, si no estoy bien conmigo misma no voy a estar bien en ningún aspecto de mi vida ya sea en Costa Rica, Panamá o Indonesia.

En los días de lluvia suelo meditar el lamentable hecho, pongo mi mundillo en un caleidoscopio y juego con él. Quizá no fue tan malo lo de la tarjeta, tampoco fue malo sufrir ese colapso nervioso me obligo a replantearme muchas cosas: no era mi momento y nunca estuve sola yo misma me aislé en mi nube negra, pero ahí estaban ellos: mis amigos, mi familia levantándome en cada tropezón: ¿Habrá mayor bendición que esa? No lo creo. Tampoco ni con el dinero hurtado ni del mundo se pueden  comprar el amor, los lazos de sangre, la amistad que tengo con muchas personas, mi amor por ese país.

Llegue a la conclusión de no autocastigarme más por algo no funciono, no hay más grises el espectro de colores se abre una vez más ante mis ojos, no existen situaciones malas o buenas solo experiencias y todas te dejan aprendizaje.

He vuelto a fabricar historias y las vivo como si fueran reales, me planteo metas, planeo viajes, imagino trabajos soñados, me enfrasco en mi exquisito mundo interior. Hace pocos días leí por ahí: “Si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes” en mi caso aplica perfectamente. 

lunes, 1 de junio de 2015

Biografía

"No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar.

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.

¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.
Eso, para vivir.

No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay, sí, no respirar! Dar el no a todos los nos.
Y descansar: morir."


Gabriel Celaya 




jueves, 16 de abril de 2015

Divas divagando

Ser mujer, en esencia, es una maravilla. El simple hecho de tener el don de dar vida nos hace únicas. Pero también tenemos que ser conscientes de que nuestra naturaleza es compleja, misteriosa y muchas veces indescifrable.

Somos seres con una desarrollada sensibilidad, tenemos una indiscutible intuición, poseemos un innegable espíritu de lucha, soportamos el dolor con entereza y conocemos de manera profunda el significado de la palabra: sacrificio. 

Sin embargo, nuestro lado oscuro es tan inexplicable que en muchas ocasiones logra opacar aquellas virtudes hasta el punto de hacerlas desaparecer.

Somos las reinas de la envidia, deseamos el mal ajeno, no perdonamos ni olvidamos así aparentemos lo contrario, somos rencorosas y con tal de lograr nuestras metas hacemos hasta lo inimaginable. Somos posesivas, dominantes, vengativas, chismosas, dramáticas, celosas y, sobre todo, vanidosas.
No hay nada que nos genere más seguridad que lucir mejor que la de al lado.

Nuestra competencia se centra en el físico y aunque sepamos que tenemos superiores capacidades intelectuales, lo que más placer nos genera es verle un gordo a alguna enemiga. Nos ilumina la cara saber y constatar que una mujer que nos cae mal ha desmejorado en su apariencia. Qué dicha que esa desgraciada que por algún motivo nos hizo sufrir en el pasado, ahora se esté quedando sin pelo y ande con tres mechas debiluchas. 


Aceptarlo es doloroso y hasta vergonzoso, pero es imposible no reconocer nuestra vena maligna. Aún así, tenemos el delirio absurdo de querer ser unas divas cuando nuestro interior nos grita que cada vez somos más pobres de espíritu. 

Actualmente las mujeres se dedican con más frecuencia al yoga, a la alimentación sana, la kábala, lo orgánico y los paseos ecológicos en busca de esa paz interior que a su vez se refleje en lo exterior. ¿Pero qué ganamos con explorar la conservación del cuerpo si tenemos el alma a dieta? 

Uno de nuestros principales errores ha estado en multiplicar nuestras funciones para sentir que somos capaces de todo. Nos hemos exigido hasta el tope para inflar nuestro ego y así dejar constancia de que somos incansables e imbatibles. Pero las carencias siguen siendo las mismas. El éxito profesional lo hemos conseguido con esfuerzo y los vacíos emocionales también. Ahora los hombres quieren comprometerse cada vez menos y por eso uno ve con cierto asombro cómo se han multiplicado las solteras

Por ese deseo incoherente de divismo, ahora existe un fenómeno peor: las novias eternas. Esas que aparentemente son perfectas para ser elegidas por esposas pero que el tipo no les concreta. Aquellas que a pesar de ser inteligentes, talentosas, exitosas, independientes económicamente y bellas les siguen faltando los cinco centavos para el peso.  

¿Saben cuál es su pecado? Justamente la soberbia, al estar convencidas de todo lo anterior. No hay nada más seductor en el ser humano que la capacidad de aceptar sus debilidades y limitaciones. Pero por la arrogancia tácita o explícita de las mujeres al querer siempre competir y ganarles a las demás, luciéndose a toda costa, lo que se ha logrado es disfrazar la fragilidad que nos hace encantadoras.

El hombre ya no está intentando protegernos, ahora está luchando para protegerse de nosotras. Las divas de antaño como Elizabeth Taylor se casaban cinco o seis veces porque se daban el lujo de elegir. Las de ahora, que pretenden serlo, no se casan ni una sola vez porque no encuentran con quien. ¡Y lo peor! En vez de aceptar que les duele, salen a gritar a los cuatro vientos que viven felices así: solas.

Si de verdad algún día quieren lograr siquiera entender la magia de ser mujer, empiecen por identificar nuestra incapacidad para valorarlaSomos divas divagando en los laberintos de nuestro impermeable ego."

Alejandra Azcárate